La esponja es una pieza redonda de plástico blanco con un hoyuelo de un lado y un lazo de nylon parecido a una agujeta. Es pequeña—sólo dos pulgadas de largo—y se inserta en la vagina antes del sexo. La esponja funciona de dos formas: bloquea el cérvix para evitar que el esperma llegue al útero y libera espermicida de forma continua.
No tiene hormonas, ni requiere receta, y puede ser insertada hasta 24 horas antes del sexo. Sólo recuerda, la esponja no protege contra las ITS.
La esponja no es el método más efectivo—especialmente si ya tienes hijos.
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Usualmente no tiene efectos secundarios, pero podrías sufrir algo de irritación.
Te la tienes que poner cada vez que tengas sexo (pero lo puedes hacer con horas de anticipación).
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