Herpes

El herpes es una ITS común y muchas personas que lo tienen ni siquiera lo saben. No hay cura para el herpes, pero hay tratamientos para disminuir los síntomas y reducir las probabilidades de transmitirlo a alguien más.

La mayor parte del tiempo, el herpes no causa síntomas. Cuando hay síntomas, estos pueden incluir llagas alrededor de los genitales o el ano. El primer brote de llagas es usualmente el peor. Una persona con herpes puede tener brotes adicionales semanas o meses después del primer brote. Estos brotes adicionales son menos severos, sanan más pronto y ocurren con menos frecuencia cada vez.

No hay cura para el herpes, pero hay medicamentos antivirales que pueden acortar y prevenir los brotes de llagas siempre y cuando la persona continúe con el tratamiento. Tomar la medicina todos los días puede reducir el riesgo de pasar el virus a una pareja.

Los condones pueden reducir el riesgo de pasar el herpes de un persona a otra, pero no son 100% efectivos. Si tú o tu pareja tienen un brote de llagas, se deben abstener de tener sexo hasta que hallan sanado por completo. Es mucho más fácil contagiar o contraer el virus cuando las llagas están presentes.

Como con todas las ITS, la protección más eficaz es la abstinencia de actividad sexual o ser mutuamente monógamo con una pareja estable con resultados negativos para el herpes. Los condones de látex, poliuretano y/o poliisopreno o las barreras bucales pueden ayudar a reducir el riesgo de transmitir la infección. Pero como el herpes se contagia a través del contacto piel a piel, los condones no protegen completamente contra la transmisión del virus.

Hacerse la prueba

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Tipo de prueba

Si tienes un brote de llagas, un profesional de la salud puede usualmente diagnosticar el herpes tan solo con verlas. Para asegurarse, se puede tomar una muestra con hisopo y enviarla al laboratorio. Si estás entre brotes y piensas que has sido expuesto pero no tienes síntomas, un profesional de la salud te puede hacer un examen de sangre.


¿Cuándo recibo los resultados?

Si hay llagas presentes, la diagnosis puede suceder al momento de la cita.
Si tienen que tomar una muestra de una llaga o hacen un análisis de sangre, los resultados pueden tardar entre un par de días y una semana.