El LGV no es muy común en Estados Unidos y se ve más entre personas que tienen sexo anal receptivo sin protección.
El LGV puede ser difícil de diagnosticar porque muchos de los síntomas son similares a otras infecciones. Muchos diagnósticos son hechos en base a observaciones hechas en un centro de salud, pero se pueden tomar muestras de lesiones o llagas y examinada en busca de bacterias.
Depende del laboratorio usado por tu proveedor de salud, pero usualmente toma entre unos días y una semana.